Tal y como os prometí al hacer el adobo (ver receta en etiqueta de adobos), transcurridos ocho días ya podemos sacar el lomo de su adobo.
Dejar escurrir el lomo toda la mañana.
Coger una sarten grande y echar abundante aceite de oliva. Cortar el lomo por las aberturas que habíamos hecho y freírlo bien.
En un tarro de cristal poner el lomo y rellenar con el aceite de freírlo (previamente colado) y si no hubiera bastante se añade hasta que se rellene.
Aquí en nuestra tierra cuándo sacamos un trozo, lo partimos finito y le ponemos una bola en medio de mahonesa o ajoaceite.
Si lo hacéis en invierno se puede quedar perfectamente fuera, si es primavera-verano mejor guardarlo en el frigorífico.
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